Últimamente desde que las tensiones entre Cuba y Washington D. C se han enfriado debido a la legislación del presidente de los Estados Unidos Barack Obama, todos los inversores tienen un ojo puesto en esta isla del caribe.
Cuba tiene la ubicación perfecta a tan solo 90 millas de Estados Unidos, situado en un enclave maravilloso e inmejorable, solo necesitaría mejorar la infraestructura económica y legal del país.
El empresario norteamericano y presidente de la compañía millonaria de Chicago, IHT Wealth Management, Steven Dudash, publicó no hace mucho en la revista Forbes un artículo en el que auguraba un futuro de Cuba como la nueva Vegas, como ya lo fue la ciudad de la Habana en 1940, fomentando aún más sus encantos turísticos.
Para ello Cuba debería dar un lavado de imagen a sus infraestructuras turísticas y modernizar sus servicios, aumentando la calidad de los alojamientos, para hacer de Cuba un destino vacacional de calidad. Dash dio un paso más allá en sus declaraciones y recomendó a las grandes cadenas hoteleras americanas como Hilton o Marriott aprovechar la situación para ser de las primeras cadenas en establecerse en la isla, adquiriendo así una posición dominante.
Cuba, un escenario inmejorable para el desarrollo de la industria del juego
Últimamente hay una caída de las ganancias de los casinos en Atlantic City, New Jersey e incluso en el gigante asiático, lo que podría hacer la que industria de los juegos de azar busque otros destinos más rentables.
Los encantos y los reclamos turísticos de Cuba son innegables, asentado en el archipiélago del mar de las Antillas, fue colonia española, hasta la guerra de Independencia en 1898, en la que Cuba fue apoyada por los Estados Unidos. Con un carácter político Marxista-Leninista, que ha hecho que Cuba aún se encuentre en vías de desarrollo con una economía precaria basada en la exportación de caña de azúcar, tabaco café, y una de sus principales fuentes de ingresos es el turismo. Durante más de 40 años las relaciones entre Cuba y Estados Unidos han sido tirantes, llegando incluso Estados Unidos ha llegado a mantener en el embargo a Cuba durante décadas.
Cuba fue antaño la capital mundial del juego y de los casinos
El pueblo cubano es un gran amante de los juegos de azar, en casi todos los barrios hay locales clandestinos donde los ciudadanos juegan, dispuestos a probar suerte, recordamos que Cuba durante la década de los 40 Cuba era la capital mundial de los casinos, pero tras el enfriamiento de las relaciones con los estados unidos, Las Vegas recibió todo el apoyo para convertirse en la ciudad de los casinos y los espectáculos. La tradición Cubana por los casinos comenzó en 1920 debido al crecimiento del turismo, fue entonces cuando comenzaron a construirse los hoteles más destacados como el Capri, el Riviera, donde las mafias lavaron el dinero proveniente del tráfico de drogas. Los grandes clientes de los casinos eran los estadounidenses y una pequeña representación cubana de las familias más adineradas del país. En 1956 la industria del juego cubana llegó a generar 30millones de dólares.
El futuro desarrollo de cuba podría volver a basarse en los juegos de azar y el turismo de casinos y espectáculos
Todo apunta que Cuba podría volver a convertirse en la ciudad del juego que fue antaño, ya que en menos de una año y medio termina el mandato del general Raúl Castro hermano del dirigente Cubano Fidel Castro, veremos entonces si el país cubano se abre hacia la posibilidad de volver a explotar el sector del juego con una reforma de las infraestructuras y comunicación del país, de momento, todos los inversionistas mundiales mantienen un ojo puesto en el transcurso de los acontecimientos en esta isla paradisiaca del Caribe.
Miguel Garcia
Miguel Ángel García es uno de los editores en jefe de Casinos-Online. Tiene más de 10 años de experiencia escribiendo sobre el mundo de los casinos online. Desde pequeño ha estado rodeado de este mercado, ya que su padre es un gran jugador profesional de póker. Es experto en cerrar tratos con los operadores para ofrecer bonos exclusivos a nuestros lectores.